Origen y taxonomía
El kumquat o naranjo chino (Citrus japonica Thunb.) es una especie originaria del sudeste de China. Los registros históricos evidencian su cultivo en esta región en el siglo XII, y en Japón en el siglo XVIII. Esta fruta se introdujo en Europa en el siglo XIX y desde entonces se ha extendido a diversas regiones del mundo con climas subtropicales, como Estados Unidos, México, Argentina, Brasil, Australia y Sudáfrica, en estos últimos representa un cultivo menor.
El kumquat ha sido objeto de diversas clasificaciones a lo largo de la historia. Se trata de una especie de la familia Rutaceae, dentro de la cual, hasta hace relativamente poco, se ha incluido como género Fortunella. Actualmente, la clasificación más aceptada lo ubica en el género Citrus; al que también pertenecen naranjas, limones y pomelos, así como otros microcítricos de interés como el caviar cítrico (Citrus australasica), especie japonica. La subsp. margarita (kumquat oval o nagami) es el tipo de kumquat más cultivado a nivel mundial.
Botánica y fisiología
El kumquat es la especie más pequeña dentro de los cítricos. Es un árbol de lento crecimiento y hoja perenne que alcanza de 2,5 a 4,5 m de altura, con copa compacta, altamente ramificado y ramas con algunas espinas. Las hojas son de tamaño pequeño-mediano, alternas, lanceoladas, poseen un margen finamente dentado y tacto coriáceo y no están provistas de alas en el pecíolo o es apenas perceptible. Contrasta la parte superior de la hoja, de color verde oscuro, con la inferior, que es más clara. Las flores son pequeñas, hermafroditas y generalmente solitarias; aunque pueden darse en racimos de pocas flores, tienen pétalos blancos y se caracterizan por su fragancia dulce. La polinización se realiza fundamentalmente mediante abejas.
El fruto es una baya modificada (hesperidio) resultante de un solo ovario. El cáliz está unido al pedúnculo y permanece firmemente unido a la rama incluso cuando el fruto está maduro, por lo que la abscisión natural no es frecuente. Los frutos pueden tener forma redonda, ligeramente oblonga u obovada, según la especie, miden 2-5 cm de largo y unos 3 cm de diámetro y su peso medio es de 12 g. Se trata de un fruto no climatérico en el que, a medida que madura, la cáscara pasa de verde a naranja, al mismo tiempo que las grandes glándulas aceitosas se hacen evidentes y la piel se vuelve lisa y brillante.
Los kumquats presentan las siguientes diferencias con respecto a otros cítricos, que hacen que puedan comerse enteros, combinando el dulzor de la corteza con la acidez de la pulpa: el tejido más externo del pericarpio (flavedo) es coloreado, carnoso, grueso, fuertemente adherente, dulce, comestible y contiene glándulas sebáceas; inmediatamente debajo, el albedo, formado por células parenquimatosas incoloras, está casi ausente. El endocarpio es escaso (no contiene por tanto mucho zumo) y está dividido radialmente en 36 segmentos delimitados por finas membranas con pocas semillas. Posee un eje central sólido y pequeño.
El kumquat es una especie resistente al frío gracias a su tendencia a permanecer semilatente desde finales del otoño hasta la primavera, floreciendo en primavera-verano. Generalmente brota de tres a cinco veces al año y casi todos los brotes durante todo el año pueden florecer, a diferencia de los cítricos de frutos grandes. En el hemisferio norte, los kumquats maduran desde finales de noviembre hasta febrero.
Requerimientos edafoclimáticos
En términos de temperatura, el kumquat se adapta a regiones de climas cálidos y subtropicales donde las temperaturas medias anuales superan los 15°C, siendo capaz de adaptarse a zonas con veranos calurosos (25- 38°C) y de tolerar temperaturas por debajo de 0°C durante un tiempo prolongado, debido al estado de latencia que se produce en invierno, que se interrumpe solo después de varias semanas de clima cálido. No obstante, a pesar de que puede cultivarse en zonas donde el clima es demasiado frío para otros cítricos, las heladas pueden perjudicar la floración y fructificación. Se trata de una especie que tolera cierta sequía, pero prefiere ambientes húmedos con al menos 50% de humedad relativa, si bien una humedad excesivamente alta puede favorecer el desarrollo de enfermedades fúngicas. En cuanto a radiación, necesita una exposición solar plena, con al menos 6 horas diarias de luz solar directa. Su contenido en flavonoides se correlaciona con promedios más altos y un tiempo total de luz solar durante el período de floración. Asimismo, es recomendable su protección frente a fuertes vientos, ya que las ramas y hojas pueden verse afectadas. Se trata de una especie que se adapta a una amplia variedad de suelos, pero deben tener una buena oxigenación/aireación y buen drenaje y ser profundos y ricos en materia orgánica. Es sensible a la salinidad (la salinidad el extracto debe ser menor a 2 mmhos/cm) y el pH ideal del suelo oscila entre 6 y 7,5.
Posibilidades de cultivo en Andalucía
En general, los microcítricos son todavía poco conocidos en España, si bien algunos de ellos se empiezan a encontrar cada vez más fácilmente en el mercado y en tiendas especializadas. El clima mediterráneo de Andalucía, con veranos cálidos y secos e inviernos suaves, es ideal para el cultivo de kumquat. Las zonas costeras y de poca altitud de las provincias andaluzas presentan características climáticas y edáficas que se ajustan a los requerimientos de este pequeño cítrico. El cultivo protegido es una opción viable en zonas de condiciones más extremas.
Especies relacionadas
Además de otras especies de microcítricos pertenecientes al género Citrus, existen especies recientemente nacidas fruto de diversas hibridaciones. Entre ellas destacan el lemonquat, híbrido de limón y kumquat; el limequat, híbrido de lima y kumquat; el calamondín, resultado del cruce natural entre mandarino ácido y kumquat; el meiwa, resultado de una hibridación natural entre el kumquat nagami (oval) y el kumquat marumi (redondo); el orangequat nipón, híbrido obtenido mediante una hibridación controlada entre satsuma y kumquat meiwa; o el kucle, kumquat de origen desconocido resultado de una hibridación entre el kumquat nagami y un clementino. Por otro lado, se encuentra el centennial, que es un cultivar variegado, seleccionado a partir de una mutación espontánea ocurrida sobre un híbrido del kumquat nagami.
